Merlo, quizá no sepan nadar, pero cruzaron el desierto y no iban en
4x4, como esos pijos del Rally Paris-Dakar a quien tanto admiráis, esos
pijos que ahora hacen el cretino en Argentina porque Africa al parecer
es demasiado peligrosa para sus
chorradas. Quizá no sepan nadar, Merlo, pero aguantaron años a pan y
agua en el monte Gurugú, el agua helada de los inviernos y el pan de los
vecinos marroquíes, que no son católicos, ni ricos, pero que les daban
de comer lo poco que podían. No saben nadar, porque en Mali no hay
piscinas climatizadas, pero han aguantado a pie firme el acoso de la
policía corrupta de Mohamed VI, el hermano entrañable de nuestro rey,
las palizas, el desprecio y el robo sistemático de sus pequeñas
pertenencias. Sí, no saben nadar, Merlo, pero lo mismo se tiraron al
agua pensando en una vida mejor. No sabían que aquí, a este lado del
paraíso, hay gente como tú, que corrompe y ensucia lo que toca con su
desprecio infinito, su bochornosa ingnorancia y su ridícula altanería de
pijos crueles. Para mí, esos muchachos, son el único equipo de natación
que merece la pena, el único equipo por el que sacaría una bandera y la
haría ondear hasta el grito. Esos muchachos, Merlo, que no saben nadar,
pero que nadan, aunque les disparen bolas de odio. Ese Dream Team de la
copa mundial de la Dignidad.