Ayer murió en el Everest Alexei Bolotov. Junto a Denis Urubko,
intentaba abrir una nueva vía el el flanco suroeste, en estilo alpino.
Fue uno de los tipos que hace 5 años intentaron sacar a Iñaki Ochoa del
Anapurna, sin éxito. Había dicho: "no
subimos allá arriba por dinero o por fama, sino porque nos da la vida".
La paradoja del alpinismo es que te da la vida, pero tambien te la
quita. Es raro, sí. Tiene que ver con la intensidad y la belleza, y con
cierta absurda sensación de libertad. Conocí a Iñaki Ochoa hace algún
tiempo. Llegó en un coche de más de 20 años. La puerta del piloto había
que atarla con una cuerda. Uno de los mejores deportistas españoles
tenía ese coche. Estos tipos son raros. Viven y mueren jóvenes, como
rockeros sin canciones.
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